“El pelo largo exige muchos cuidados”. “Tener pelo largo es muy caro porque tienes que usar muchos productos”. “Las mujeres que llevan el pelo largo tardan mucho más tiempo en arreglarse”. ¿Cuántas veces hemos oído estos y otros tantos tópicos acerca de tener el pelo largo?
Si tú también estás enamorada de tu larga cabellera (ya sea natural o con extensiones) y alguna vez has estado a punto de sucumbir al embriagador encanto de las tijeras y el pelo corto, no dejes de leer este post: ¡no querrás cortártelo jamás!
– Es versátil: puedes llevarlo suelto, con una trenza, con coleta, con moño… Según el día podrás peinarte de una u otra manera, algo que con el pelo corto es mucho más difícil de hacer.
– Da calorcito en invierno: una obviedad de la que no hay que olvidarse. Cuando hace frío, el pelo largo te protege la nuca y las orejas del frío. En verano lo recogemos, ¡y adiós problemas con el calor!
– Es apto para todos los tipos de rostro: el pelo largo le queda bien a todo el mundo. El pelo corto, en cambio, sólo queda bien en algunos tipos de rostro.
– No necesitas ir a la peluquería cada 2 por 3: el pelo largo crece y, por lo general, sólo hay que preocuparse de él de vez en cuando para arreglar las puntas. El pelo corto, en cambio, necesita repasos cada mes o mes y medio. Y es que además, cuando llevas el pelo corto, llega un momento en que el cabello tiene una largura no demasiado bonita que hay que evitar, a no ser que quieras dejarte el pelo largo.
– Cambia de look sin sacrificar centímetros: si quieres cambiar de look con el cabello largo, tienes o que esperar a que crezca o cortártelo más. Con el pelo largo, puedes cambiar de look escalándotelo un poco, tiñéndotelo…