Cuando llega el calor dejamos a un lado los aparatos de styling y el secador para darle una tregua a nuestras melenas pero nos olvidamos de que hay otros muchos factores que pueden dañarlas. La piscina, el mar, el sol… son solo algunas de las amenazas que sufre tu cabello durante el verano. Y claro, una vez que regresamos de nuestro merecido descanso y nos enfrentamos al espejo, la realidad nos golpea de frente.
Puntas abiertas, encrespamiento, sequedad, falta de brillo… ¿significa eso que hay que cortarlo? No necesariamente aunque, sin duda, las tijeras son la solución más rápida y eficaz para todos tus problemas. Pero si no entra en tus planes lucir una melenita corta este otoño, te recomendamos que sigas leyendo porque tenemos muchos trucos que pueden salvarte de una visita al estilista.
- Productos imprescindibles
Si todavía no has incorporado los acondicionadores y las mascarillas a tu rutina capilar este es el momento ideal para hacerlo. Utiliza productos que aporten un extra de hidratación como los que contienen manteca de karité o miel. Aplica la mascarilla entre una y dos veces por semana y el acondicionador el resto de los días aunque lo mejor es que lo laves lo menos posible. En caso de que tu melena precise un plan de rehabilitación intensivo, póntela antes de ducharte, con el cabello seco y envuélvela en papel film para que haga más efecto.
- Cuida tu dieta
El pelo es un fiel reflejo de lo que comemos. En este momento te interesa beber mucha agua (dos litros diarios) para recuperar la hidratación desde el interior. También es recomendable que incluyas alimentos que contengan vitamina H, como la leche, los huevos y la soja y B5, como el pollo, el aguacate y la coliflor.
- Recupera el brillo
Actualmente existen productos específicos para la falta de brillo del cabello, no obstante, en este momento es preferible que optes por los hidratantes. Así que para recuperarlo puedes aclararte el cabello con agua fría y aplicar serums y aceites, como el de argán, con el cabello seco o mojado.
- Olvida el secador
Hasta que no llegue de nuevo el frío es mucho mejor que tus planchas, tus tenacillas y también el secador continúen guardados en el armario del baño. Deja que tu melena se seque al aire porque con las mascarillas hidratantes y los aceites te va a resultar mucho más sencillo domarlo. No obstante, si aun así tu cabello tiene demasiado volumen, recógetelo en un moño de bailarina o en una trenza cuando casi lo tengas seco y te saldrán unas preciosas ondas.
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