Puntas abiertas: ¿cómo acabar con ellas?

Las planchas, el secador, la aplicación de tintes y otros muchos factores de degradación del cabello como la exposición al sol, traen como consecuencia un deterioro que hace parecer seco y ajado nuestro cabello. En particular, las puntas abiertas son el problema más común y es muy frecuente recurrir a la peluquería con la idea de que el corte es la única solución.

Sin duda cortar las puntas abiertas es un remedio tan drástico como eficiente para eliminar este desagradable contratiempo. No obstante, esto puede suponer un problema añadido para aquellas personas que desean dejar crecer el pelo y no quieren recurrir a este término.

Para evitar y prevenir las puntas abiertas existen distintos remedios caseros de gran eficacia. El aceite de almendras dulces es uno de los recursos más aplaudidos por su gran capacidad para nutrir, hidratar e incluso reparar cabellos maltrechos. Es un remedio sencillo, económico y el producto es muy fácil de encontrar en supermercados comunes, farmacias o herbolarios.
El método de aplicación es bien simple: se trata de dar un masaje en el cabello con el aceite de almendras dulces y dejar actuar durante varias horas. Para que sea más eficiente y cómodo es recomendable dejarlo durante las horas de sueño y lavar por la mañana. De esta forma los resultados serán espectaculares.

También es muy eficiente la utilización de otros métodos para evitar las puntas abiertas, como la aplicación de mascarillas humectantes y productos específicos serán un buen complemento del acondicionador.

No hay que pasar por alto las buenas costumbre y hábitos como la aplicación de protectores térmicos antes de someter el cabello a altas temperaturas o protectores de radiación solar si vamos a la playa o al campo. El sol, como ocurre también con la piel, es uno de los agentes más perjudiciales para nuestro cabello y es imprescindible protegerse con gorros, pañuelos o productos específicos. Hay que recordar que el cabello teñido necesita un extra de cuidados.

Otro consejo sencillo pero útil de prevención es aprovechar los lavados para peinar el pelo. Con la humedad el cabello se vuelve más elástico y menos susceptible ante posibles roturas.